Los tiempos cambian, sin duda, y porque lo hacen también lo hacen los profesionales. Así que con el auge del sector tecnológico y la consecuente digitalización de todos los procesos, ocurren no solo las transformaciones de los roles y de las competencias, sino que además se abren múltiples oportunidades; en el caso de los abogados una de ellas es la de convertirse en generador de negocios.
La visión del abogado- empresario es una tendencia cada vez más acentuada dado que el mercado hipercompetitivo y digitalizado así lo demanda. ¿Pero estamos preparados para ese giro profesional? ¿Hemos explorado nuestras habilidades y fortalezas para hacerle frente al desafío?
La realidad es que tanto como los conocimientos procesales los profesionales del Derecho están llamados a obtener conocimientos tecnológicos y empresariales.
«El abogado ya no puede limitarse a estudiar leyes; necesita entender cómo funcionan las empresas tecnológicas y actuar como un socio estratégico. En áreas como la propiedad intelectual y la protección de datos, la comprensión de la innovación tecnológica es crucial», considera el experto Ferrán Farré, quien dirige el Máster Internacional en Derecho Digital.
Asesorar, guiar fusiones, litigios y, más que nunca, transformarse en «socios» activos de un proyecto, eso es lo que la tecnología ofrece para transformar a los abogados en generadores de negocios. Y es que todo despacho de abogados es en sí mismo una empresa, transformarla en socio activo de múltiples negocios es el nuevo norte.
Igual ocurre en otras áreas, por ejemplo, los «Las empresas de software legal necesitan abogados que dominen tanto la normativa como la tecnología que las rige. Esto abre nuevos roles más allá de la asesoría jurídica tradicional: gestión de productos, ventas, soporte técnico, e incluso programación», insiste el experto.
Ya no se trata solo de asesorar desde un punto de vista legal sino de aportar valor en las áreas de negocio y desarrollo tecnológico. “Los abogados del futuro no solo serán asesores legales, sino también generadores de negocio dentro de las empresas tecnológicas”, concluye Farré.
¿Cree que las escuelas de Derecho en el país deberían incluir gerencia de negocios en el pénsun de la carrera? Déjenos saber su opinión.